Una de las mejores maneras de proteger a tus hijos de la pornografía es protegerte a ti mismo.
Diez Formas de Luchar Contra la Pornografía
Un estudio reciente preguntó a un grupo de niños con qué frecuencia sus compañeros ven pornografía en línea. Respondieron que era frecuente. El estudio también preguntó qué controles parentales existían en sus dispositivos, y casi todos dijeron que ninguno, porque sus padres confiaban en ellos. Estos padres no tienen idea de lo que ven sus hijos.
¿Por qué los controles son tan críticos? Primero, la edad promedio de exposición de un niño a la pornografía es 11 años. Entonces, si ese es el promedio, algunos niños la ven mucho antes. Además, la investigación está empezando a darnos una imagen completa y aterradora de lo que la pornografía le hace al cerebro y a la vida. Al igual que el abuso de sustancias, altera el cerebro, creando la necesidad de un nivel de estimulación que una vida sexual marital saludable no siempre proporciona. Predispone a nuestros hijos a tener una visión distorsionada del sexo y a sufrir un deseo que no puede satisfacer.
¿Por qué tantos papás hacen la vista gorda ante este problema? ¿Es porque no creen que sea un problema? ¿Es por su propio uso de la pornografía? Tal vez se sientan hipócritas al establecer límites para sus hijos que ellos mismos no pueden respetar. Si es tu caso, queremos que sepas que no es demasiado tarde para proteger a tus hijos y que también hay esperanza para ti. Aquí hay 10 formas de luchar contra la pornografía:
1. Admite que tienes un problema.
Vivimos en un mundo que quiere que tengamos en cuenta la justificación y la tolerancia de casi todas las cosas subidas de tono que se nos ocurran. Una de las mejores cosas que puedes hacer por ti mismo, por tu matrimonio y por tus hijos es admitir que tienes un problema con la pornografía..
2. Invita a amigos de confianza para que te alienten y te hagan responsable.
También te sugerimos que involucres a tu esposa en tu lucha. Expresar tu lucha a los demás y admitir que tienes un problema es un gran paso en la dirección correcta.
3. Responsabilidad en línea.
Utilice software para monitorear tu actividad en línea. Covenant Eyes es un gran recurso para los hombres. Te permite recibir semanalmente los informes de tu socio responsable sobre los sitios que visitan y las búsquedas que realizan. Te permite saber cuándo necesitan hacer un seguimiento mutuo sobre una actividad cuestionable. Finalmente, les permite celebrar unos con otros al acabar con las luchas en línea.
4. Establece límites con tu dispositivo móvil.
Hoy en día, nuestros teléfonos inteligentes y tabletas son una puerta de entrada a la pornografía aún más que una computadora de escritorio. La misma responsabilidad en línea se aplica a tu dispositivo móvil. Establece límites y utiliza software para monitorear toda tu actividad en línea..
5. Si tienes pornografía fuera de línea a tu disposición, destrúyela.
Si quieres luchar contra tu adicción a la pornografía pero estás aferrado a esa revista o DVD (en su escondite secreto), entonces tu “lucha” es en realidad sólo una máscara. Ánimo y destruye esos objetos. Ahora mismo.
6. Toma en serio todos los medios de comunicación.
No pienses que los programas de televisión o las películas que enfatizan situaciones sexuales o retratan a las mujeres bajo una luz equivocada son inofensivos. Incluso si no se consideran “pornografía”, son dañinos. Si estás luchando contra la pornografía, este tipo de entretenimiento sólo hará que tu lucha sea más difícil.
7. Si estás casado, da un paso atrás y piensa en tu matrimonio.
¿Estás satisfecho y feliz en tu matrimonio? ¿Qué tiene de maravilloso tu matrimonio? ¿Qué falta? ¿Está satisfecho con el nivel de intimidad sexual dentro de tu matrimonio? Éstas son excelentes preguntas que debes hacerte. Es posible que te lleven a la causa fundamental de tu adicción.
8. Date cuenta de que no solo te volviste adicto a la pornografía.
La forma en que te comportas en público y hacia dónde miras todos los días han influido en gran medida en dónde te encuentras hoy. Esa larga mirada a la mujer que pasa, la doble mirada a la señora con la que acabas de pasar, los pensamientos que te vienen a la mente cuando ves las revistas en la caja del supermercado... Aquí es donde comienza la batalla en los escenarios cotidianos y situaciones. Pelea la buena batalla aquí también. Guarda tus ojos y cuida tu mente.
9. Tómate un segundo y piensa más allá de las imágenes o vídeos que estás viendo.
Esta es una persona, una mujer real, un ser humano creado por Dios, como tú. Ella es la hija, hermana o incluso madre de alguien. Piense en cómo debe ser su vida frente a la cámara día tras día: explotada y increíblemente vulnerable. Lo más probable es que esté envuelta en algún tipo de tráfico sexual humano y su adicción esté ayudando a financiar este negocio multimillonario. Ella no está ahí para tu disfrute. Está cautiva y lo más probable es que esté pidiendo ayuda a gritos.
10. Tu adicción a la pornografía es, ante todo, un problema cardíaco. [Tuitea esto]
Estás cambiando la verdad por una mentira. Estás depositando voluntariamente tu afecto en emociones baratas que, en última instancia, son pasajeras y te hacen sentir inútil. Fuiste creado para Dios, por Dios. Pídele a Dios que te ayude cada vez que seas tentado.
