5 razones por las que los apologistas tienen mala reputación

Nadie aprecia a los apologistas insensibles. Los cristianos deben ser modestos y amables cuando hablan de Jesús. Igual que Él lo era cuando hablaba de Dios.

La semana pasada comenzamos nuestra nueva serie de blogs sobre apologética, que definimos como la defensa del cristianismo (no nuestra disculpa por creer en Cristo). Como también dijimos la semana pasada, los cristianos deben compartir con humildad y amabilidad la evidencia histórica de la veracidad de la Biblia y la resurrección de Cristo. Tristemente, muchos ven a los cristianos como condenadores y con aire de superiores.

Muchos cristianos se sienten justificados por serlo, ya que claramente se ven a sí mismos como parte del “Equipo Correcto”. Pero Jesús nos llama a la humildad. Modeló esta actitud a lo largo del Nuevo Testamento. Entonces, si tu estrategia de evangelización es “pisotear” a las personas, tu “testimonio” va en contra de la forma respetuosa en que Jesús trató a las personas. ¡Vamos a discutirlo!

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Durante 60 años, Josh McDowell ha estado guiando a los interesados hacia un conocimiento más profundo de la verdad y el poder de Dios. Te ofrecemos nuestro conocimiento acumulado e investigaciones para ayudarte a encontrar la verdad y el estímulo para vivir una vida sana e íntegra en Cristo.


Apologética: Jesús como nuestro modelo

Piensa en cómo Jesús se acercó a la mujer samaritana en el pozo. Conocía la animosidad centenaria entre los judíos y sus vecinos del norte, los samaritanos. Y Él sabía que un judío “piadoso” no tendría nada que ver con esta gente “impura”. Particularmente una mujer samaritana viviendo con un hombre que no era su esposo.

Pero Jesús eligió atravesar Samaria de camino a Galilea, sólo para tener un encuentro sorprendente con ella. Él intencionalmente la esperó junto al pozo, sabiendo sobrenaturalmente que el caluroso mediodía era el único momento en que esta mujer rechazada tendría ocasión de llenar su cubo de agua.

“¿Cómo puedes pedirme de beber?” preguntó, sorprendida de que Jesús siquiera le hablara. ¿Un judío, —y además un rabino, se rebajaría a pedirle un favor?

¿Puedes imaginar la dulce sonrisa en el rostro de Jesús mientras la guiaba para que se diera cuenta de que Él era el agua viva que su espíritu cansado necesitaba tan desesperadamente? Jesús no la juzgó antes de otorgarle Su amor y comprensión. Tampoco es nuestro trabajo, entonces, golpear a los no creyentes en la cabeza por sus pecados. De todos modos, hacerlo es hipócrita, ya que ninguno de nosotros está libre de pecado.  

Zona muerta sin la humildad

A menudo miramos a los no cristianos y queremos trazar una línea clara en la arena entre "nosotros" y "ellos". Pero si Jesús realmente quisiera que tuviéramos esa mentalidad separatista, habría atendido a los líderes religiosos de Su época, no a la gente que tan intensamente sentía su necesidad por Él. La gente se sentía atraída por Jesús porque Él se acercaba a ellos con amor. Una cosa no debemos ser: fariseos.. Jesús nos pide que dejemos al Espíritu Santo el molesto trabajo de ablandar el corazón de la gente.
Cuando comprendamos que a Jesús le parece bien que seamos nosotros mismos, auténticos y luchadores, podremos ofrecer a los no-creyentes la gracia de ser también completamente humanos.

Para ser un apologista eficaz, entonces, necesitamos involucrar a la gente de la manera en que Jesús lo hizo: con humildad, bondad, paciencia y amor. Amar no siempre es fácil, como les gusta cantar a los músicos country, sobre todo con las personas difíciles de amar. Pero Jesús nos mostró que las vidas cambian por el amor, no porque nos pongamos guantes de boxeo.

Como escribe el pastor Britt Merrick en su libro, Ve con Dios [Godspeed]: Si a Jesús no le interesara la humildad, habría venido como rey, no como bebé. Añade Merrick: "Jesús pasaba tiempo con la gente, escuchaba sus historias y conocía sus corazones". Como le gusta decir a Josh McDowell: " Las relaciones siempre son lo primero". A la gente no le importa lo que tenemos que decir, hasta que sabe que realmente nos importa.


5 razones por las que los apologistas tienen mala reputación

1. A menudo no somos gentiles ni respetuosos

Cuando los cristianos rebajamos a los no creyentes, con palabras o arrogancia, perdemos toda posibilidad de ser escuchados. ¿Escucharías de buen grado a una persona que intentara decirte que estás equivocado, engañado o eres un necio en tus decisiones en la vida? Nuestro objetivo nunca debe ser "ganar" las discusiones con los escépticos. Si no podemos hablar o actuar con amor, dice la Biblia, estamos centrados en tener razón, no en ser útiles a Dios.

2. A menudo somos poco amables

La pregunta que hay que hacer: ¿Es nuestro objetivo utilizar los hechos como “munición” para disparar a los no creyentes? Si es así, nuestros corazones no se han roto genuinamente por aquellos que no conocen a Cristo. Nuestro objetivo debe ser querer que las personas desarrollen una amistad duradera con Jesús. Manipularlos para que sigan a Jesús crea, en el mejor de los casos, una relación temporal y superficial.

3. A Menudo exageramos nuestros argumentos

La evidencia para el cristianismo es convincente; no necesitamos adornarla. Comparte sólo lo que sepas que es cierto. No exageres ni inventes "hechos" para que tu discurso sea más persuasivo. Construye una credibilidad sólida, para que tengas la oportunidad de tener múltiples charlas con otros sobre Cristo.

4. Podemos ser mecánicos en nuestra entrega

¿Cómo encenderemos los corazones, las mentes y las emociones de los no creyentes? Compartiendo a Cristo a través de nuestra experiencia personal. La gente necesita oír las pruebas históricas de Cristo, pero también necesita ver cómo Cristo nos ha cambiado y nos está cambiando. Algunos de nosotros pensamos que no tenemos un testimonio sólido si carecemos de una historia colosal de redención. Pero incluso si has sido cristiano desde la niñez, tienes cosas poderosas que decir sobre tu camino con Jesús. Sé TÚ mismo. Comparte tu pasión y tu alegría al seguir a Jesús.

5. Usamos Demasiada Jerga

¿Hablas mucho de iglesia? Si está utilizando palabras intelectuales como “evidencia”, “ontológico”y “bibliográfico”, asegúrate de que las personas con las que estás hablando entiendan lo que significan estas grandes palabras. Lo mismo para la jerga cristiana privilegiada como “lavado en la sangre” y “al pie de la cruz”. Los no creyentes no entenderán lo que significan estas frases hasta que experimenten personalmente a Jesús como su Salvador. 


En pocas palabras, para encontrar a la gente para Cristo, necesitamos reflejar Su amor. Un no creyente no es un "pecador" que tengas que reparar, sino una persona perdida de inmenso valor para Dios tal y como es. Ojalá veamos a las personas de la misma forma que lo hace Dios. Que tratemos a las personas como las trató Jesús. No seamos "ese tipo" que grita condenación desde las esquinas con un megáfono.


Evidence book cover Apologists

Esta publicación destaca el clásico de apologética recientemente revisado de Josh y Sean McDowell, Evidencia que Demanda un Veredicto. Este recurso totalmente actualizado y ampliado es una eficaz herramienta de evangelización que fortalecerá tu fe respondiendo a las preguntas más difíciles que te lancen los escépticos. Conoce lo que sabes, porque es verdad. Comparte la verdad con AMOR.

 

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