Cristo Sana Nuestra Herida Salvándonos

Actualmente existe una epidemia de salud mental entre los jóvenes. La generación Z (nacidos entre 1997- 2012) está más sola y deprimida que cualquier generación anterior. Su dolor presenta una oportunidad increíble para que los seguidores de Cristo compartan el evangelio restaurador de Jesús.

No me refiero al “evangelio de la positividad- (contenido en inglés)” que se ha filtrado en la Iglesia, sino al auténtico evangelio que Jesús mismo enseñó. Al igual que el evangelio de la prosperidad, el evangelio de la positividad promete que aceptar a Jesús garantiza una vida libre de dolor y sufrimiento. Que se puede contar con un Dios “bueno” para garantizar que disfrutemos de una vida feliz, próspera y exitosa.
Pero esta falsa doctrina defrauda quién Jesús es, y puede evitar que experimentemos la relación personal y de confianza que Él nos ofrece desinteresadamente. Ignorar tu pecado y tu condición humana es degradar la asombrosa gracia - (contenido en inglés) de Su evangelio.


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Hacia la Plenitud blog #heridascuradasporcompleto

Durante 60 años, Josh McDowell ha estado guiando a los interesados hacia un conocimiento más profundo de la verdad y el poder de Dios. Te ofrecemos nuestro conocimiento acumulado e investigaciones para ayudarte a encontrar la verdad y el estímulo para vivir una vida sana e íntegra en Cristo.


Sanando tu dolor a través de las relaciones 

Dios no se preocupa principalmente por que seamos “felices” o “cómodos”. Más bien, como dijo una vez el gran escritor cristiano CS Lewis, el dolor es el megáfono de Dios para un mundo sordo - (contenido en inglés). Nuestra soledad y dolor es un síntoma del problema que preferiríamos ignorar: nuestro pecado y el mundo quebrantado que lo causa. 
Sé que Jesús sana. Con Su ayuda, he superado la adicción a la pornografía, la vergüenza y las heridas de mi pasado. He encontrado la verdadera libertad. Pero no prospero ahora porque Cristo me sanó de ese dolor. Prospero porque aunque una vez estuve muerto en mi pecado, ahora estoy vivo en la gracia y el amor de Jesús, mi Salvador. 
Jesús sana nuestra ansiedad, soledad, depresión y otras heridas mientras vivimos una vida relacionalmente íntima con Él y las personas que Él pone en nuestra vida para ayudarnos.


¿Cómo entablar una relación con Jesús?

Admite que estás quebrantado y que la raíz del problema es tu pecado.

La Biblia nos dice que Jesús enseñó que nuestros problemas y heridas comienzan con nuestro corazón. En Mateo 12:34-35, Jesús dice: “De la abundancia del corazón habla la boca”. En la raíz de nuestras acciones y comportamiento está nuestra naturaleza pecaminosa y quebrantada. Nuestro pecado nos separa del Dios Santo que nos creó y nos ama incondicionalmente. Al elegir a Jesús como Salvador, somos restaurados en la relación correcta con Dios. Nuestros pecados están completamente cubiertos por Jesús. ¡Adiós, culpa, fracaso y miedo! ¡Podemos empezar de nuevo!

Acepta que Cristo tiene poder ilimitado, pero a veces permite que nos lastimemos para sus propósitos.

No hay nada que Dios no pueda hacer. Sin embargo, no siempre sana nuestro dolor de la manera o en el momento que pensamos que debería hacerlo. La Biblia nos promete que los planes de Dios siempre son los mejores y funcionan para nuestro bien. A Dios no le gusta que vivamos heridos y en dolor. Quiere que caminemos en gozo y libertad. Cuando elegimos creer que Él nos ama incondicionalmente, podemos decidir confiar en Él a diario, con el corazón y las manos abiertos a Su voluntad y Su tiempo. ¡Dios es para nosotros!

Reconoce que Cristo tiene una mentalidad de eternidad; nosotros también deberíamos. 

Nuestras vidas terrenales son cortas y temporales. Mientras leo las cartas del apóstol Pablo en el Nuevo Testamento, me asombra su mentalidad eterna. Pablo comprendió claramente la verdad del mensaje del evangelio y de que aun él mantenía una naturaleza pecaminosa. Comprendió que su relación con Cristo duraría por la eternidad, por lo que la convirtió en su prioridad. Jesús también debería ser nuestro enfoque principal. Jesús, solo, puede sanar la soledad y el dolor que experimentamos de una vida paralizada por nuestras almas rotas en este mundo quebrantado. ¡Busquemosle para conocerley para verlo obrar a través del dolor en nuestras vidas para producir lo bueno!

Jesús salva. Jesús consuela. Jesús restaura. ¡Jesús nos trae a la vida! - (contenido en inglés)


Próximos pasos:


Austin sirve como orador con el Ministerio Josh McDowell. Recién graduado de la Escuela de Teología Talbot, Austin y su esposa Hannah buscan llegar a una generación herida y quebrantada de manera relevante con el evangelio de Jesucristo.

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