Primero, empecemos por definir la la verdad.

Típicamente, se ofrecen dos definiciones para explicar el mismo concepto de verdad. Webster define la verdad como ”fidelidad a un estándar original". Tú y yo podemos discutir sobre cuál de nuestros relojes es correcto. Pero para saber con seguridad, tendríamos que comparar nuestros relojes con el estándar internacional donde todo el tiempo es medido. La hora Media de Greenwich (GMT) es la hora mundial y la base de cada zona horaria en el mundo. Cualquiera de nuestros relojes que coincide GMT tiene la hora correcta. Aplicando esa misma definición de verdad a la verdad moral, afirmamos que Dios es el estándar absoluto para toda verdad moral.
La segunda definición de la verdad es “lo que corresponde a la realidad.” Aproximadamente, esta es la idea de que una declaración verdadera es verdad sí coincide con la forma en que el mundo es realmente. Una declaración puede ser probada como verdadera si coincide con la realidad. Cuando aplicamos esta definición a la verdad moral, afirmamos que la verdad moral se ajusta a la realidad que Dios ha creado.
Algunas personas, sin embargo, dicen “no hay verdad.” El problema con esta frase es que es contradictoria. La frase se refuta a sí misma a través de su propia existencia. La declaración “no hay verdad” es una afirmación de la verdad sobre al menos una cosa-es decir, que “no hay verdad.” Sin embargo, esta afirmación se contradice afirmando que la verdad no existe. “No podemos estar seguros de nada” es otra frase que se refuta a sí misma, al igual que “Nunca digas la palabra nunca”. Por lo tanto, la pregunta más importante no es si nosotros podemos saber la verdad, sino está ¿verdad?
Pregunta: ¿Cuál es tu reacción a la afirmación “No hay verdad”?