Cuando observamos el mundo que nos rodea, vislumbramos la naturaleza creadora de Dios y su incomprensible inmensidad. Pero Dios también se nos revela en las Escrituras. A través de la confiable Palabra escrita de Dios, obtenemos una visión profunda de sus infinitas características, de su corazón relacional y de su naturaleza santa. A través de Jesús, llegamos a ver a Dios con piel.
La Escritura nos dice que Dios es eterno, que posee una vida sin principio ni fin (Isaías 40:28). Y Dios es todopoderoso u omnipotente. Si Él quiere hacer algo -cualquier cosa-, ¡puede hacerlo! Dios también está siempre presente; su conocimiento y su poder no tienen límites. Y aún mejor: Podemos contar con que la naturaleza de Dios es inmutable o inalterable. Podemos confiar en que será siempre constante, firme y seguro. Y como Dios es omnisciente (Salmo 139:1), lo sabe todo sobre el pasado, el presente y el futuro (Isaías 46:9-10). ¡Eso es algo increíble!
Dios es grandioso. Pero también es amorosamente relacional. Moisés dejó constancia en las Escrituras de que este Creador eterno es el "Dios al que le apasiona su relación contigo" (Éxodo 34:14). Dios no nos creó porque se sintiera solo, sino porque se deleita en relacionarse con nosotros; en mostrarnos su bondad y su gracia a través de una relación personal. El corazón de Dios es compasivo, misericordioso, infalible, fiel, bondadoso y justo. Su amor es leal y eterno. La mayor expresión de su amor, por supuesto, fue enviarnos a Jesús para restaurar la relación que se había roto a causa del pecado.
Donde nosotros, los humanos, no llegamos a amar perfectamente, Dios no lo hace. Porque Él es todo bondad, todo poder y todo santidad. Dios no solo decide ser santo, sino que es santo. Santiago 1:17 dice: "Todo lo bueno y perfecto nos viene de Dios, nuestro Padre". Toda belleza, alegría y satisfacción se deben a Dios y proceden de Dios. Para empezar a comprender a Dios, déjate asombrar por su pura bondad. Como dijo el rey Salomón: "El temor del Señor es el fundamento de la sabiduría" (Proverbios 9:10).
Pregunta: ¿Puedes compartir un ejemplo de lo bueno que te ha mostrado su corazón relacional o la bondad pura?
Pregunta: ¿Cómo te ha ayudado tu conocimiento de quién es Dios a navegar por la vida?
Content adapted from Josh and Sean McDowell’s book, Preguntas Profundas sobre Dios y la Biblia.
