Dios quiere que depositemos nuestra fe en Él y que creamos que tiene en cuenta nuestros intereses. Quiere que nuestra fe se afiance y se profundice en nuestras convicciones. Tener algunas incertidumbres a veces es comprensible, pues somos humanos. Pero tratar de saber por qué crees lo que crees puede fortalecer tu fe.
A menudo, nuestras dudas no provienen de la desconfianza en el poder de Dios, sino en la naturaleza y compasión de Dios hacia nosotros como individuos. ¿Te ve Dios? ¡La Biblia dice que conoce hasta el número de pelos de tu cabeza!
Es importante conocer las manifestaciones del corazón bondadoso de Dios para disipar las dudas. Moisés dejó constancia en las Escrituras de que a Dios "le apasiona su relación contigo" (Éxodo 34:14). La Escritura también dice que "el amor viene de Dios... porque Dios es amor" (1 Juan 4:7-8). Así que tenemos la seguridad de que Dios existe como un ser relacional amoroso. Cuando las tormentas de la vida amenacen con paralizar nuestra confianza en el amor de Dios, debemos centrarnos en la naturaleza bondadosa de su corazón. Al hacerlo, podemos seguir la admonición de Pedro de "entregar a Dios todas vuestras preocupaciones y afanes, porque él cuida de vosotros" (1 Pedro 5:7).
No cabe duda de que la vida es dura. Aunque está en nuestra naturaleza cuestionar el amor de Dios en los momentos de dificultad y crisis, podemos elegir desechar el miedo y la duda. Deposita tus preocupaciones y tus dudas en Jesús, ¡porque Él cuida de ti!
Pregunta: ¿Tienes más momentos de confianza o dudas de que Dios te ama?
Pregunta: ¿Cómo puede estar sesgada tu visión del cuidado y el amor de Dios por las relaciones humanas de tu vida?
Content adapted from Josh and Sean McDowell’s book, Preguntas Profundas sobre Dios y la Biblia.
