Trabajo como administrador en un museo de ciencias en Rusia.

El objetivo de nuestro centro es comunicar de una forma muy sencilla a través de juegos que la ciencia, concretamente la física y la química, puede resultar interesante. Hay nueve guías trabajando conmigo. Todos ellos son jóvenes, en su mayoría estudiantes universitarios. Este trabajo es una fuente de ingresos extra para ellos.

Desde el primer día, el Señor me permitió compartir con estos guías acerca de Dios. Debido a que tienen un horario de trabajo específico, tengo la oportunidad de hablar con cada uno de ellos individualmente. También me reúno con ellos como grupo. Hablamos de varios temas.

Todo empezó cuando, en mi primer día de trabajo, vi como una guía de química mostraba un experimento llamado “La Serpiente del Faraón”.


Contó la historia de Moisés, el Faraón y las 10 plagas. Decidí averiguar cuánto sabía él realmente de esta historia. Resultó que él no sabía nada. Tuve la oportunidad de compartir con los guías sobre la Pascua del Antiguo Testamento. Luego hablé sobre la Pascua cristiana, Jesucristo y el núcleo del Evangelio. Desde entonces, en cada turno hablamos de Dios. Muchos temas. Muchas preguntas. No todas las preguntas tienen respuesta. Pero es una gran oportunidad para mí de desarrollarme y tratar de responder preguntas.

Otra historia interesante, uno de los guías invitó a su novia a asistir a un espectáculo de química que él estaba enseñando. Acordamos que dejaría asistir a su novia si aprende el Padrenuestro. Ambos hicimos lo que prometimos.

Durante nuestras discusiones, siempre me refiero a la Biblia como la Palabra de Dios.

Siempre digo que para mí y para los cristianos, esto es una autoridad. Presenté como regalo a todos los guías un Nuevo Testamento, una Película de Jesús y el libro Más que un Carpintero. De 9 personas, 8 aceptaron recibirlos. He tenido la oportunidad de hablar más con 7 de ellos. Oro para que el Señor los bendiga y les dé el deseo de comenzar a leer Su Palabra para que puedan recibir el regalo más importante de sus vidas: la salvación.

No todos están en el ministerio de tiempo completo, pero estoy convencido de que todos pueden convertir su trabajo en un ministerio. El que no está dispuesto busca razones. El que está dispuesto busca oportunidades.

 

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