Amigas, en nuestra serie que explora nuestra verdadera identidad, veamos la influencia que tiene la familia, específicamente nuestros padres, en nuestra autoestima.
Si tus padres te querían, es probable que tengas una imagen positiva y saludable de ti misma. Si, en cambio,te mimaban, podría tener un sentido de derecho a la rebeldía. Pero si tus padres te reprendieron o criticaron constantemente, puedes imaginarte como Joanna, a quien mencionamos en la publicación del blog de la semana pasada. En las propias palabras de Joanna, se ve a sí misma como una babosa; alguien con quien se puede contar para estropearlo.
Si el hogar de tu infancia no era perfecto, recuerde esto: los padres a menudo se encuentran criando a sus hijos de la misma manera en que sus padres interactuaban con ellos. Tendemos a repetir lo que nos fue modelado.
El papel que Dios le asignó a los padres
¿Cuál es el plan ideal de Dios para desarrollar un sano sentido de identidad en los niños? El diseño óptimo de Dios comienza con los padres que se comprometen plenamente a amar a Dios y a los demás. Esta pareja se convierte entonces en el conducto principal del amor de Dios por sus hijos. A medida que los niños reciben su cuidado amoroso, absorben la instrucción bíblica y observan el ejemplo piadoso de sus padres, pueden verse a sí mismos a través del lente de la gracia de Dios.
Pero muchos de nosotros no crecimos en este entorno.
Si nuestros padres tenían ideas negativas de sí mismos, de nosotros y de Dios, nos era imposible llegar a confiar en el amor incondicional de Dios para nosotros. Los niños pequeños no tienen una idea clara de quiénes son, aparte de la información que reciben. Se ven a sí mismos a través de los ojos de sus cuidadores. Y normalmente se ven a sí mismos a través de la lente de su cuidador más dominante.Los niños a quienes se les dice repetidamente que les falta, aceptan esa valoración y tienden a vivirla, a menos que otras personas entren en sus vidas y les ayuden a verse a sí mismos como Dios lo hace.
Todos necesitamos que las personas piensen en nosotros y nos transmitan de manera segura la atención, el interés, la preocupación y el apoyo adecuados.
Todos deseamos y necesitamos reconocimiento, para que otros se den cuenta del bien que existe en nosotros. Desafortunadamente, algunos de nuestros padres, incluido el padre de Joanna, optan por centrarse en nuestros defectos e imperfecciones. Un niño que siempre escucha que nunca está a la altura podría entonces enfrentarse a todos los obstáculos de la vida con miedo.
Rompiendo las cadenas de la mala crianza de los hijos
¿Cómo se relacionaban tus padres contigo? ¿Te trataron como una responsabilidad, una carga o una distracción? ¿O te hicieron sentir especial y valorado, con una contribución única para ofrecer al mundo?
Si experimentaste mucha negatividad cuando eras niño, debes saber que Dios promete usarla para tu bien. Dios usa TODAS las circunstancias en nuestras vidas, las buenas y las malas, para prepararnos para lo que Él hará en nosotros y a través de nosotros. Todo lo que nos sucede es una ocasión para que Dios ejerza Su consuelo en nosotros. Y para prepararnos para tener la capacidad de consolar a los demás.
Si tienes problemas para perdonar a uno de tus padres por su mala crianza, considera creer esto: ellos hicieron lo mejor que pudieron. En el momento. Con la madurez y las habilidades para la vida que tenían.
El amor de Dios, como lo demuestran las personas amorosas y sanas, puede romper estas cadenas de dolor. Dios usa personas en nuestras vidas para ayudarnos a entender su amor. Cuando era niña y adolescente, Sheila buscaba desesperadamente la aprobación de sus padres. Pero para aliviar el estrés de tratar de cumplir con sus exigentes demandas, Sheila comenzó a cortarse.
Cuando su madre descubrió el secreto de Sheila, la avergonzó. Sheila trató de dejar de cortarse, pero no pudo. Mientras su madre continuaba avergonzándola, Sheila comenzó a creer lo que su madre decía sobre ella:ella era un bien dañado. Pero Dios colocó a una maestra de escuela dominical compasiva y madura en la vida de Sheila. A través de su relación, Sheila lentamente comenzó a comprender y a confiar en que Dios la veía como alguien completamente valioso y competente, a pesar de la decepción de sus padres. El deseo de Sheila de cortarse se detuvo cuando aceptó con gratitud el regalo de la aceptación y el afecto de Dios.
Sheila adoptó estas cuatro escrituras para sacar su autorretrato de las sombras a la luz:
> Dios me acepta completamente (Colosenses 1:21-22).
> Me ama profundamente (1 Juan 4:9-10).
> Me perdona completamente (Romanos 5:1).
> Dios está obrando para mi bien en todas las cosas (Romanos 8:28)
Algunos días, en los momentos difíciles y crudos, puede ser difícil creer que Dios realmente está trabajando para nuestro bien. Que Él puede sacar belleza de las cenizas. Pero Dios siempre cumple Sus promesas. Si los recordatorios visuales te ayudan como lo hacen con Sheila, sigue su ejemplo de anotar las Escrituras en fichas que puedes colocar donde las veas con frecuencia. Mientras las lees, reclama y cree en el amor incondicional de Dios por ti.
A medida que encuentre sanación, reconoce que Dios puede pedirte que ayudes a otros que están luchando por ver correctamente su propia identidad. Si Dios te da un codazo, actúa. Incluso,tu cálida sonrisa, en el momento justo, puede marcar la diferencia.
Esta serie de blogs está basada en el libro de Josh Mírate como Dios te Mira (See Yourself as God Sees You). ¡Es nuestra oración que durante esta serie llegues a reconocer y aceptar tu verdadera identidad personal! ¡Dios no podría amarte más!
