Sabemos que Dios es perfectamente bueno y santo, y que no hay maldad en Él. Sin embargo, existe la capacidad del mal en nosotros, ya que Dios creó a la humanidad con la libertad de elegir. El mal procede del abuso de un poder bueno llamado libre albedrío. Puede que Dios sea responsable de la posibilidad de que exista el mal en el mundo, pero fue al ejercer este libre albedrío cuando Adán y Eva hicieron del mal una realidad en el mundo.
Por supuesto, Dios podría haber creado un mundo sin libre albedrío. Podríamos haber sido "programados" para hacer el bien y adorarle perfectamente. ¡Qué agradable sería la vida! Sin embargo, en un mundo sin opciones, el verdadero significado de "te quiero" se perdería. La capacidad de amar a los demás es nula y carece de sentido sin el poder de elegir. Dios quería que experimentáramos la realidad de elegir amarle. Junto con ese don, Dios sabía que el gran riesgo era la posibilidad del mal. Nuestra responsabilidad de actuar ante esa posibilidad recae en nosotros, no en Dios.
Así pues, Dios hizo posible el mal, pero los humanos lo hicieron realidad. A Eva Dios le dio algo bueno. Se le dio el poder de elegir entre determinar por sí misma lo que consideraba correcto e incorrecto y permitir que Dios estableciera esos parámetros. Dios era, y es, el Soberano que decide lo que está bien y lo que está mal. Eva codició la sabiduría de Dios y actuó movida por su creencia de que Dios negaba a su creación humana lo que era bueno. Es probable que Eva no se diera cuenta del mal que estaba a punto de desencadenar, pero tú y yo somos muy conscientes de ello. Y la forma en que elegimos, cada día, de renunciar a nuestro libre albedrío determina nuestro camino con Dios.
Pregunta: Es fácil juzgar a Eva, pero ¿has considerado que tú también puedes haber decidido que Dios te estaba reteniendo?
Pregunta: ¿Aprecias el regalo del libre albedrío, o desearías que todo el mundo naciera con un corazón semejante al de Dios?
Content adapted from Josh and Sean McDowell’s book, Preguntas Profundas sobre Dios y la Biblia.
